NACIONES UNIDAS, 5 abr (IPS) - La Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sigue siendo acusada de favorecer a las potencias al nombrar a los titulares de los principales puestos del foro, a pesar de una antigua resolución de la Asamblea General contra esta práctica monopólica. El crucial cargo de subsecretario general para Administración y Gestión ha sido ocupado sólo por estadounidenses en las últimas décadas: Melissa Wells, Richard Thornburg, Joseph Connor, Catherine Bertini, y actualmente Chris Burnham, ex funcionario del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.
Todos estos nombramientos fueron hechos por sucesivos secretarios generales, los dos últimos por el actual, Kofi Annan. El mes pasado, Annan anunció dos designaciones importantes después de una "búsqueda global" de potenciales candidatos para dos puestos vacantes: la dirección del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Subsecretaría General para Asuntos de Desarme. Achim Steiner, ex director de la Unión Mundial para la Naturaleza, fue elegido para suceder a Klaus Toepfer como director ejecutivo del Pnuma: un alemán reemplazando a otro alemán. Mientras, Nobuaki Tanaka fue elegido para ocupar el cargo de Nobuyasu Abe como subsecretario general para Asuntos de Desarme, ambos japoneses.
En una resolución adoptada en marzo de 1992, la Asamblea General, el mayor órgano político del foro mundial, llamó a una "aplicación más efectiva del principio de que la contratación de funcionarios se haga sobre una base geográfica lo más amplia posible". La resolución establece también que, "como regla general, ningún ciudadano de un Estado miembro debe suceder a otro ciudadano del mismo Estado en un puesto alto", y que "no puede haber un monopolio de los cargos superiores por parte de ningún Estado ni grupo de Estados".
Tradicionalmente, los cargos más altos de la Secretaría General han sido monopolizados por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia. Actualmente, la Subsecretaría General de Mantenimiento de Paz es dirigida por el francés Jean-Marie Guehenno, la de Asuntos de la Asamblea General y Gestión de Conferencias por el chino Jian Chen, la de Administración y Gestión por el estadounidense Chris Burnham, y la de Seguridad y Vigilancia por el británico David Veness.
Otro británico, Mark Malloch-Brown, fue recientemente nombrado vicesecretario general, el segundo puesto más importante en la ONU, reemplazando a la canadiense Louise Fréchette. Los rusos, que ocuparon importantes puestos políticos en la Secretaría General, ahora controlan otro lugar clave en Ginebra. El director general de la oficina de la ONU en esa ciudad es el ruso Sergei Ordzhonikidze, quien a su vez es el representante especial de Annan ante la Conferencia sobre Desarme.
Una de las pocas ocasiones en las que Annan rompió ese monopolio fue cuando eligió al ex embajador nigeriano Ibrahim Gambari para el cargo de subsecretario general para Asuntos Políticos, un puesto por varios años en manos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. "Los ostentosos planes de Annan de reforma administrativa y reestructuración de la Secretaría eluden convenientemente el (problema del) monopolio de las grandes potencias. La reforma no debe ser selectiva", dijo a IPS un diplomático del Sur en desarrollo.
El secretario general "hace una llamada 'búsqueda global' de candidatos, y al fin de cuentas nombra a ciudadanos de las grandes potencias para los puestos clave dentro del sistema de la ONU. ¿Hay en verdad escasez de candidatos de las naciones en desarrollo?", preguntó. Al hablar durante una reunión del Grupo de los 77, bloque de 132 países en desarrollo, el embajador de India, Nirupam Sen, criticó la práctica de distribuir puestos importantes entre las grandes potencias. "La representación geográfica equitativa es una preocupación comprensible para los países en desarrollo, que tienen una presencia marginal en la Secretaría", afirmó.
"Mientras esperamos lo que ha sido calificado de enfoque 'proactivo' de la contratación, cualquier nuevo sistema que comprometa la transparencia y no aborde la necesidad de garantizar una composición representativa de la Secretaría no tendrá posibilidad de ganar aceptación", alertó. Sen también llamó a "seguir escrupulosamente" otro principio establecido por la propia Asamblea General: "Que ningún Estado miembro tenga el monopolio de ningún puesto en la Secretaría", y criticó el caso de la Subsecretaría General para Administración y Gestión, por años controlada por funcionarios estadounidenses. El diplomático sostuvo que los 191 miembros de la Asamblea General deberían garantizar que no existan monopolios en ningún puesto por parte de ningún Estado ni grupo de Estados.
En una carta enviada la semana pasada al Sindicato de Funcionarios de la ONU, Malloch Brown admitió que "ha habido una histórica sobrerrepresentación de ciudadanos de algunas partes de Europa y América del Norte en la administración superior". "Sentimos que necesitamos trabajar más duro para garantizar una genuina distribución representativa geográfica y de género en todos los niveles de la organización", indicó. Para hacer eso, "necesitamos asegurar que la ONU atraiga y retenga a las personas más talentosas y comprometidas de todas las regiones para trabajar en una organización que, en un sentido verdaderamente real, carga con las esperanzas y aspiraciones del mundo", añadió.
Mientras, el portavoz de Annan, Stephane Dujarric, explicó a IPS que, "cuando se hace un nombramiento, la representación regional es un importante factor a considerar", pero señaló que "no hay un cerrojo oficial a ningún puesto para ningún país". Sobre el largo monopolio de Estados Unidos en la Subsecretaría General de Administración y Gestión, Dujarric dijo: "No voy a negar estos hechos, pero mi primera declaración se mantiene". (FIN/2006)