Estamos en un momento culminante de la travesía sensible en el planeta Tierra, víspera de un itinerario sin precedentes en el hecho de "ser humanos", o sea, rumbo al "homo cosmicus", la siguiente epopeya universal de la sensibilidad psíquica. No somos personas que a veces tienen experiencias espirituales, sino seres espirituales implicados en experiencias humanas. Quien lo entiende y asume, no necesita más detalles. --VISITAR ENTRADAS ANTIGUAS--
17 noviembre 2006
NUESTRO MIEDO MÁS PROFUNDO
Nuestro miedo más profundo no es que seamos ineptos.
Nuestro miedo más profundo es que seamos poderosos sin medida.
Es nuestra luz, no nuestra tiniebla lo que nos intimida.
Nos preguntamos, ¿quién soy yo para ser tan brillante, magnífico, talentoso, y fabuloso?
En verdad, ¿por qué no deberías serlo?
Eres una criatura de Dios.
Hacerte pequeño no le sirve al mundo.
No hay nada de iluminado en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu lado.
Nacimos para manifestar la gloria de Dios que llevamos dentro.
No se encuentra apenas en algunos:
está en todos.
Cuando dejamos que brille nuestra luz, inconscientemente permitimos a otros que hagan lo mismo.
Cuando nos liberamos de nuestro miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás.
MARIANNE WILLIAMSON (Volver al Amor, ediciones Urano)